Pequeños regalos...

Lo único bueno de mi trabajo es que…me obliga a cruzar la city andando cuatro veces al día, eso implica que…se me está poniendo un cuerpazo que te cagas (jeje, 80 minutos de caminata a buen ritmo al día…dan resultado, doy fé) y que me cruzo con un montón de gente inesperada todos los días.

Cada día…es una acumulación de oportunidades para encuentros y reencuentros…

Hoy le ha tocado a Superella.

No nos habíamos vuelto a cruzar desde que dejó la megaempresa, hace un año y pico ….la vi tarde…me vio “a tiempo” supongo…al torcer una esquina...yo solo supe sonreir y hacerle un gesto con la mano…ella solo sonrió y dijo un “hasta luego”

Sin más…

Pero los efectos retardados hicieron su efecto…y a medida que cada una seguía su camino en dirección contraria…empecé a notar un calor…más y más intenso…empecé a sudar y sudar…a sentir una extraña sensación…..de bienestar

Y solo pude decirme a mí misma….¡¡es genial poder sentirse así simplemente por una sonrisa y un hasta luego…así al torcer una esquina¡¡ es una locura …pero es genial…un caramelo…que puede estar escondido en cualquier parte al doblar una esquina…

Después…….pensaba….es una pena que toda esa energía sin canalizar se desperdicie…pero en fin….así es la vida….

Y seguí…mirando fijamente a la hoja de Excel en la que actualmente malgasto mi tiempo…pensando…que es una lástima…una auténtica lástima….pero es lo que toca…ahora mismo….hoja de Excel y punto….

PD. Como la hoja de Excel no da mucho de sí, la verdad….también me decía a mí misma…lo ves, no es que no te apetezca nada, lo que pasa es que te apetece lo que no te tiene que apetecer….(sonrisa canalla interior) y claro…así nos va…así nos va….